Santiago creció en una Bogotá que aún tenía alma de ciudad de provincia. Años después, al regresar, encontró una metrópolis vibrante, moderna y cosmopolita.
¿Cómo fue que la ciudad de las nubes se convirtió en capital regional? Nacida del mito de El Dorado, templada por la altura y transformada por los aviones, Bogotá es hoy una ciudad de contrastes. Puede ser Dr. Jekyll y Mr. Hyde al mismo tiempo: conserva una modestia antigua en sus barrios apartados de las grandes vías, pero también despliega una energía feroz, llena de historia, contradicciones… y pájaros.