Mientras los pueblos nativos de Mesoamérica recuperan rápidamente su identidad, los últimos hallazgos arqueológicos no sólo otorgan a las culturas maya y azteca una grandeza insospechada hace apenas dos décadas, sino que cuestionan su supuesto aislamiento hasta el descubrimiento colombino. Las sorprendentes conexiones precortesianas con chinos, indostanos, japoneses, africanos, y europeos explican mejor que cualquier teoría aislacionista las consecuencias mesoamericanas de un mundo interconectado por tierra y mar...