En el contexto de una Rusia sacudida por la reforma agraria y la abolición de la servidumbre, dos estudiantes, Evguéni Bazárov y Arkadi Kirsánov, regresan a sus casas, en provincias, después de tres años de ausencia. El reencuentro con sus progenitores pone de manifiesto los conflictos generacionales a través de los cuales Turguéniev hace un retrato magnífico de una sociedad que busca una salida a la profunda crisis en la que está inmersa. De los diálogos y reflexiones de sus personajes, el autor hace fluir las teorías políticas, filosóficas y científicas del momento, de las que Bazarov, personaje central de la novela, se hace eco configurándose como el prototipo de personaje nihilista. Padres e hijos, considerada como la obra cumbre de Turguéniev y uno de los hitos del realismo ruso, logra romper las barreras del espacio y el tiempo y sorprender, todavía hoy, por la modernidad de sus planteamientos.