Una voz única en la literatura latinoamericana actual que sacude, con un mordaz talento narrativo, la escena trans de Nueva York.
Con una mirada descarada y honesta, Iván Monalisa Ojeda se sumerge en el universo travesti de las calles neoyorquinas. Los cuentos de este libro narran su vida y la de sus compañeras, transexuales latinoamericanas que hacen la calle, fuman crystal meth, participan en concursos de belleza, buscan clientes sobre altísimos tacones y son víctimas de las nuevas políticas de inmigración de Trump. Un mundo donde la risa, la supervivencia, la muerte y el amor se entreveran en una ciudad que fascina y acorrala a las protagonistas.
El talento narrativo de Iván Monalisa Ojeda, que juega con una lengua callejera llena de ritmo, libertad y frescura, lo sitúa como una voz sorprendente y particular en la literatura latinoamericana actual.
Críticas:
«Nadie en Chile escribe como Iván Monalisa Ojeda. Nadie tiene su desparpajo, su insolencia, su ternura. Las historias que encontramos en Las biuty queens retratan de manera feroz la vida de un inmigrante ilegal en Nueva York. Aquí el glamour y las luces conviven con la miseria y la soledad. El sueño americano no existe. Sólo quedan las voces frágiles de este libro que, en un spanglish rabioso, narran una pesadilla tan hermosa como infinita.»
Diego Zúñiga
«Después de Lemebel, Iván Monalisa es el escritor más extraordinario en este mundo de las "biuty queens".»
Sergio Parra
«Monalisa es toda una leyenda. Vive en Nueva York de ilegal y sus historias son sobre vestidas adictas. Una pluma potente. Se parece mucho a Lemebel, pero tiene su propia voz. Su personalidad es más borde todavía, y no quiere hacer del mundo un mejor lugar con la literatura. De sobrevivir en una cara y dura Nueva York es de lo que se trata. Es como estar en el apocalipsis permanente.»
Carlos Velázquez
Sobre La misma nota, forever:
«Un debut desenfadado y sorprendente. [...] Una voz personalísima, llena de un ritmo ambicioso, que juega con el spanglish -se mezclan, acá, los ecos de Lemebel y Junot Díaz- y que se desenvuelve con la misma soltura que los protagonistas de estos relatos. [...] Gracias a su escritura desinhibida, de hecho, logra armar un paisaje nuevo, un ritmo que le hacía falta a la narrativa chilena actual.»
Diego Zúñiga, Revista Qué Pasa